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Servicio de Salud Viña del Mar Quillota

Martes 10 de diciembre de 2024

Celebran 70 años del programa de Alimentación complementaria y 50 de la leche Purita

El Estado invierte anualmente 70 mil millones de pesos para este programa, que incluye apoyo alimentario a población desde recién nacidos hasta adultos mayores

Los programas de salud han tenido siempre un alto impacto en la población, pero pocos tienen un arraigo tan sólido y valorado como los de alimentación, que este año cumplen 70 de su instauración formal.

La crítica situación social que golpeaba a nuestro país a mediados de los años 20, tenía su peor cara en los altísimos índices de desnutrición que presentaba la población infantil en las capas más carenciadas.

Desde fines del siglo XIX, se habían fundado las denominadas Gotas de Leche, organizaciones de beneficencia de carácter privado, financiadas y administradas por familias de clase alta. No había un programa estatal formal para combatir un flagelo tan perjudicial y de tanto impacto en la salud de la población.

En 1924 al promulgarse la Ley de Seguro Obrero Obligatorio, se dispuso atención médico-social durante el embarazo, parto y puerperio, y para el hijo, atención médica hasta los ocho meses.

Dentro de este período, además, se estipulaba la entrega de leche para todas las madres obreras que no amamantaran a sus hijos, marcando el inicio de las intervenciones del Estado en materia de Nutrición, asignando por primera vez presupuesto fiscal para estos fines.

Los 70 años del inicio del programa, se celebraron en Petorca, en un acto donde se destacó la importancia del apoyo alimenticio en la población.

Fue la nutricionista Vanessa Queraltó, asesora del Programa Alimentario del Departamento de Salud Pública de la Seremi de Salud, la encargada de explicar su evolución en la historia.

“En general, los programas alimentarios son una política pública que ha impactado en la población, respondiendo a las necesidades nutricionales que han tenido dentro de la historia. Comenzamos como un programa que se enfocó en la desnutrición principalmente, avanzando ahora a una realidad completamente distinta que es más hacia la obesidad, por lo tanto, la alimentación ha tenido que ir cambiando y por lo tanto también, la constitución de la purita y de la leche en general tiene que ir avanzando a una mejora, una leche semidescremada como la que estamos entrenando hoy en día”.

A través de los años, los Programas Alimentarios se han adaptado a las necesidades y cambios epidemiológicos, al aumento de las enfermedades no transmisibles y patologías relacionadas con aspectos nutricionales.

Quienes mejor conocen esta realidad, son aquellos que durante años han estado al otro lado del mesón, entregando los insumos que cada programa establece.

Fueron tres las funcionarias galardonadas en esta oportunidad: Carmen Espinoza Fuentes, con 28 años de servicios en el Cesfam de Papudo y 25 en programas alimentarios; María Sánchez Astudillo, con 33 años de servicios y siete en los PNAC del Hospital de Cabildo y Paola Pizarro Olivares con 21 años de servicios en Catapilco y 13 de ellos en los programas alimentarios.

Carmen Espinoza destaca que su trabajo le ha permitido conocer a prácticamente toda la comuna;

“Uno tiene que enseñarle a la gente cómo preparar los alimentos y todo. Y explicarle que todo es rico. Que no solamente va a servir para el desarrollo, sino que también, hay que saber preparar los alimentos. Y la gente aprende. He conocido prácticamente todos los niños en la comuna. Los he visto crecer de guagua. Y ahora ya que están incluso algunos ya profesionales. Y todos me conocen como la señora Lola. Ni siquiera la señora Carmen, la señora Lola. Toda una vida”.

Paola Pizarro explica que, además de la entrega, deben cumplir una tarea de educación, para que los beneficiarios del programa aprovechen al máximo las cualidades de los alimentos entregados.

“Llevo tiempo entregando y lo que más me gusta, es la llegada que tiene uno con la gente, que me conocen, que a veces llega gente nueva y que siempre me dicen, nunca me habían tratado tan bien como me tratan acá. Entonces, yo les entrego sus alimentos, los educo, les digo cómo se prepara, la cantidad con la cuchara, y con las embarazadas también tengo muy buena llegada, con la gente, nunca he tenido problemas. Y eso, porque me gusta a mí lo que yo hago”.

Este año, además, se celebran 50 años del nacimiento de Purita, una leche que ha acompañado a millones de chilenos en su crecimiento y formación. Un alimento que pertenece a imaginario nacional. Este producto, es la muestra de la continuidad de los programas, como indica Lorena Cofré, Seremi de Salud.

“Estos 50 años de la Leche Purita y 70 años del Programa de Alimentación Complementaria, demuestran que la política pública llega, definitivamente, a mejorar el bienestar y calidad de vida de las personas. Hoy estamos con una situación de nutrición por exceso, sin embargo, desde el trabajo de PNAC y con el levantamiento de la actualización epidemiológica de la situación regional y nacional, se está también trabajando en otras estrategias que puedan preservar aquello”.

Desde la creación e implementación de los Programas Alimentarios en la década del´50, estos han avanzado en cubrir las necesidades de la población. Con una evidente mejora en recepción de los productos. La directora del hospital de Petorca, Alejandra Suarez explicó la importancia de los Programas.

“Sin duda, la estrategia en sí, a nivel nacional, es de un impacto más allá de que la zona sea rural, o una zona urbana. Dentro de las determinantes sociales que juegan en estos sectores urbanos, tiene un impacto mayor por la facilidad del acceso a este tipo de alimentos, que muchas veces también son los únicos alimentos que consumen la gente. Pasan a ser parte primordial de la dieta diaria, tanto de niños, de mujeres embarazadas, como también de las personas mayores a través de las bebidas lácteas o de las sopitas”.

A nivel de SSVQP, 80 de sus 84 establecimientos están adscritos a los programas, alcanzando un 95 % de cobertura. Sin duda, esta ha sido una de las principales políticas públicas implementadas en el país con una evidente   mejora en la salud de la población chilena.